Comercio justo, alimentación ecológica, productos de temporada, kilómetro cero… son expresiones que salen repetidas veces en la conversación cuando pregunto a María Lorente sobre la filosofía de su empresa, la Abacería los Arrieros.
No hay que estar demasiado tiempo en su local, ubicado en Serón, para darse cuenta de que es la pasión lo que la mueve. La Abacería los Arrieros es principalmente una tienda de alimentación que prioriza los productos artesanales y la agricultura ecológica de la comarca de los Filabres y del resto de la provincia de Almería. Una de las obsesiones de esta emprendedora es la búsqueda de alternativas a la alimentación industrial y trabajar de manera que marque diferencias con otros tipos de comercio.
Los productos estrella de esta abacería son los jamones de serón, el vino de la bodega de Serón, las cervezas artesanales de Almería y los productos agrícolas ecológicos frescos. Los clientes más fieles hacen un pedido personalizado semanal por mail que consiste en una cesta de productos de temporada. “Las lechugas las arranca el agricultor en su finca cuando confecciona el pedido por la mañana, y por la tarde se entrega al cliente final en la abacería”, explica María Lorente.
Además, en su pequeña tienda de productos gourmet, ofrece al visitante aceites de oliva, conservas vegetales, embutidos, quesos, miel, y otros productos de la generosa despensa almeriense. Aunque no tienen cocina, hay unas pequeñas mesas (y los ingredientes necesarios) para poder degustar gran parte de su oferta en frío. Hay sitio para unas 15 o 20 personas.
Pero en la Abacería los Arrieros no solo alimenta la comida, también lo hace la cultura. Hay un hueco en sus estanterías y paredes para la artesanía local. Suele exponer pinturas y esculturas de artistas de toda la comarca. Su oferta cultural la completan con las tardes literarias de los domingos, donde hay espacio para un club de lectura, talleres de cuenta cuentos, microrrelatos y un cine forum con películas en versión original.
A principios de junio, la abacería cumplirá sus primeros dos años de vida. Como gran parte de sus clientes son turistas y personas de otros pueblos que van de paso, esta peculiar tienda tiene “horario turístico”. Abre de miércoles a domingo de 10 a 14 y de 17 a 21 horas. Los lunes y martes descansan.
