Si a un pirata le cuentan de que hay un lugar con manantiales que crecen por arte de encantamiento; de misteriosos baños de una reina mora que en las noches de luna iluminaba su cuerpo; de frutales que crecen a la vera del camino… seguro que pondrá su catalejo a punto e irá a verlo! Este ese el destino que proponemos y que lo tenemos muy cerca: el barrio de Celín, en Dalías.
Cuentos arábigos
Celín es una pedanía de Dalías y en ella, con casitas al rededor de su bonita iglesia de corte mudéjar de San Miguel, nos lleva un camino donde una rambla, como un tajo de un descomunal cuchillo, permite acercarnos a esa miniatura tan bella que son los baños de la Reina. Para llegar a él, en otoño nos veremos rodeados de arboles frutales que nos hacen entender cómo sería un jardín nazarí. Los baños resisten pese al tiempo y el abandono y vemos entre ruinas su bóveda acañonada con su lucernario de motivos geométricos. Sentarse cerca e inventar historias de las mil y una noches es todo uno, pues nuestra imaginación sigue siendo libre y sin pagar tarifas…
El Arroyo
Tras esta visita, nuestro camino se dirige al área recreativa del Arroyo, un lugar con su merendero y todo y con el agua como protagonista, que baja de las entrañas de la sierra de Gádor, y donde veremos unos patos que han resistido desde nevadas hasta el comportamiento cerril de algún visitante. Antes podemos acercarnos a la ermita de Aljízar, construída sobre la base de una rábita musulmana del s.XIII y con su torre octogonal del Garabito, del mismo siglo.
Vistas de pájaro
Para los corsarios más en forma, en la entrada del área recreativa veremos el inicio del sendero a Fuente Alta donde, a la par que veremos masas forestales de pinos y encinas, nos dejara sin palabras la vista del poniente como la de un águila real.
Localización: Celín
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